miércoles, 12 de noviembre de 2014

Una vida plena es posible, aquí y ahora





Frente al enunciado o título de este post, que bien parece una sentencia, lo que tengo que decir es que, lejos de serlo, lo que pretende es suscitar en Ti, en Quien lo lee, un estímulo para invitarte a que hagamos juntos una reflexión.
Esta invitación, por tanto, como todas las que compartiremos en este punto de encuentro, tiene que ver en este caso con un mirar la idea de si “una vida plena es posible, aquí y ahora” y mirarla, y mirarla y seguir mirándola no contentándonos con nuestras primeras respuestas acerca de ello. Se trata de ir un poco más allá de nuestra opinión particular. Si nuestra primera impresión nos dice que no, que una vida plena no es posible ni aquí ni en ninguna parte, y que tampoco es posible ni ahora ni nunca, vale. No vamos a llevarnos la contraria. La invitación sigue en pie. Miremos un poco más en profundidad. El mirar con sinceridad, el persistir en este mirar permite ahondar en zonas de nuestra conciencia, que aún siendo nuestra, permanecen muy inexploradas y es de donde surgen todas las posibilidades de respuestas y de certezas. Esto que afirmo no es sólo una idea –un negro sobre blanco- sino algo experimentable, constatable.
Lo esencial, por ello, es ir mirando, no importa cuál sea el resultado de esta reflexión, ni tampoco importa el lugar desde dónde cada cual la realice, si Tu en tu casa y yo en la mía, porque antes o después y como parte de ese vivir en plenitud que como hipótesis se postula, acabaremos por entender que mi mente y tu mente, nuestras mentes son sólo partes de una mente de la que todos formamos parte. Sólo hay una mente. Esta comprensión es una de las claves de esa plenitud que como hipótesis queda sometida a investigación. Esta formulación que tiende hacia lo unitario será habitual en este blog, y poco a poco iremos comprendiendo la finalidad de este mirar, discernir y tender hacia lo unitario.
De momento baste apuntar que las divisiones las hacemos dentro de la mente, pero tratemos de intuir esto: la mente no está dividida. Miremos esta cuestión. Gracias a una parte maravillosa de la mente captamos toda información, la relacionamos, la procesamos, nos sirve de toma de razón, de formulación de ideas y de toma de decisiones. Es un sector de la mente que llamamos “mente concreta”. Cada cual según su particular visión, según el desarrollo de su visión emitirá una opinión, y una y otras podrán aparentemente ser muy distintas y en muchas ocasiones hasta enfrentadas. En el centro de la mente existe un punto que funciona como un foco de atención que, al igual que una linterna o que la luz de un faro podemos dirigir a voluntad allá donde en cada momento la situación lo requiera: caminar por el mundo, hacer la comida sin equivocarnos de ingredientes, imaginar y realizar nuestros proyectos de vida, etc.
Podríamos convenir aquí que existe un alguien -un Tu o Yo- (que intencionalmente he resaltado en negrita) que dirige la atención y Quién podría si lo deseara dirigir libremente el foco o la linterna de Su atención allá donde sea Su voluntad. Existe todo un mundo manifestado en el que nuestro foco de atención se posa, que tiene muchos sectores, como capas de una cebolla, y que poco a poco iremos abordando en este blog. Un infinito mundo de posibilidades que se expresa en lo físico y biológico, en lo emocional y en lo mental. Y mucho más allá…, pero vayamos poco a poco.
Cuando miramos en perspectiva, en forma amplia, permitiéndonos observar sin prejuicios, es decir cuando miramos sin condiciones, sin querer imponer la respuesta a la pregunta, la mente se abre, se expande y permite que el objeto de nuestra investigación –en este caso una idea- nos muestre, a modo de regalo allí escondido, otras posibilidades, otras razones, otros significados, y si se persevera en este sencillo modo de contemplar, nos conecta con la Verdad que se esconde detrás de cada idea, de cada forma.
Esta Verdad, de la que cada razón individual, cada pequeña verdad, cada uno de nosotros formamos parte inseparable, es Pura Inteligencia, Pura Luz y en ella encontramos el sentido de la Vida. Esta Verdad es la Mente Universal, creadora. Y lo relevante es que Nosotros somos parte indiferenciada de esa Verdad. Sin separación más que la que surge de nuestras mentes personales que no se reconocen como parte inseparable de esta Mente Una.  El acceso a esta Mente Una, a la Verdad de cada pregunta, es posible porque tal es el viaje de la vida, y la invitación a descubrirlo pasa por el mirar, observar con suma atención para descubrir que en la Mente Universal caben todas las posturas, todas las perspectivas. ¿Descubrimos juntos cómo cada perspectiva, cada forma se relaciona en forma unitaria con todo lo que es manifiesto en el universo? 
La invitación queda abierta. Nos encontramos en este afectuoso e inteligente mirar unidos, al que le iremos prestando nuestra linterna, nuestra energía. Comprender la energía, el amor y la inteligencia nos dará la respuesta a si “una vida plena es posible, aquí y ahora”, pero por favor no tengas prisa, no desees vivir más de lo que la Vida en cada instante, aquí y ahora, te ofrece. Miremos, sigamos mirando el instante… dándonos cuenta de que detrás de cada forma de existencia está la conciencia de un Tu y de un Yo que mira. Vayamos en busca de este YO que es un NOSOTROS, que es plenitud y que es Vida.

Sigue el hilo a compartir y disfrutar

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